Oscuridad casí total en la aún jovén noche bochornosa de un martes señalado por ser el terminal del mes de agosto, marcando así el inicio del ocaso estival para miles de personas quienes el martes venidero se verán de nuevo embuchados en sus monos de faena. El pueblo regresa, la maquinaria laboral está lista para engrasarse un año más con el sudor y la sangre de la plebe.

Dos sombras, una largilucha y la otra rechoncha, ocultas entre cartones de un contenedor cercano, espian desde no muy lejos el cajero plagiando todo lo que en la zona acontece. La silueta más bajita ayudada por su fiel hoja apodada "Asturcia" recorta entre la porquería unos agujeros a modo de ojos para observar sin ser denunciado. - ¿Sabes como les llaman a las McRatillas en Francia? - pregunta al ser situado a su diestra. - No, estimado Lastre. - Responde una voz que infunde respeto al que habló primero. - Las llaman McRoyal con queso, que atrevimiento, deberían llamarlas McOsito Jacky, como tu su envidiada Deidad. -

A pesar de lo futíl de su conversación, estos dos personajes se encuentran en misión especial de plagiamiento. Reconocimiento del cajero anteriormente ocupado por ellos y dejado a su suerte en verano, como aquel que abandona ese Fox Terrier llamado Toby que apareció debajo del árbol de Navidad llenando de alegría el hogar familiar o quien convida al abuelo a pasar unos días veraniegos en la gasolinera situada entre Pinto y Valdemoro.

- Tenemos que recuperar lo desechado, envidiado Lastre.- Grazna la voz de la figura más alta.
- Sin duda, deidad, no nos hemos dormido en los laureles este verano, entre las setillas y las pastillas de la FE (Flipada Emocional) sí hemos dormido, y en el calabozo un par de docenas de noches, pero aún y así tenemos lo que hay que tener para volver al cajero, nuestro hogar.
- Bien, pongamonos en contacto con nuestros hermanos, Rastro, Raptorobo, Guarringuer, Kolokón, Kasatañuela, Joselito Brava y demás. Pronto retornaremos al lugar que nos corresponde. ¡El plágio, la envidia y las denuncias nos esperan!

Los dos fantasmas comenzaron en ese punto a emitir una risa nauseabunda, provocadora de arcadas, chirridos estridentes como las uñas como la pizarra, imposibles de describir peor en este artículo sin volverse completamente loco en el intento.

En ese momento algo sucede, una peste porcina aparece detrás de nuestros protagonistas al grito de OINNNNNNNK! Pavoroso chillido que antes de finalizar su Eco entre las desnudas paredes de la urbe hace que las tres sombras desaparezcan...

Pero no por ello las calles vuelven a dormir tranquilas, algo acecha, algo peor que lo que en este punto había estado hablando se acerca. Sus gemidos, entremezclados con sus toses y esputos son tan claros que se dejan ver en la negrura nocturna... algo balbucea a lo lejos.... EN... ENNVIDIOOOOOOSOOOOOOOOOOSSSSSSSSS.... TROLLSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS.....


¡EL RETORNO DEL PRIMO DOMENENCO!


Muy pronto en sus manufracturadoras de pistachos.